VIVIR (DE) LA PRODUCCIÓN AGROECOLóGiCA
por Vicente Bordera
Plataforma per la Sobirania Alimentària d'Alacant
Lo
más importante es creer en ello. Porque no se trata sólo de una
decisión mental del tipo: “es un nuevo sector de mercado que se está
abriendo y ofrece unas posibilidades...”, porque por ahí, vamos mal.
Debe de haber, en alguna medida, un cambio de forma de pensar, un
compromiso personal en transformar, y no en probar. No vale la pena
invertir tiempo y dinero en lanzarse a un nuevo tipo de mercado, sino
creer en él, y sentirse a gusto.
El
siguiente paso es informarse y formarse bien. Llegando a entender, y no
a creer. Entender que la clave del éxito, desde el punto de vista de la
práctica, pasa por conocer y aplicar, de manera conjunta y organizada,
las diferentes técnicas que se conocen de la agroecología. Para lo cual,
es muy importante conocer la propia tierra. Mejorarla elevando su
potencial de fertilidad, crear un nuevo medio equilibrado. Es un error
creer, que como en la agricultura química, basta con invertir.
Las
ventajas de este camino hacia el éxito agrícola son muchas. Salud para
el medio, para el agricultor y sus vecinos, para los consumidores. Salud
mental, de saber que haces lo correcto. Disfrutar de ese proceso de
mejora. Invertir sabiendo que no se agota la inversión, sino que se
transforma y permanece. Asombrarse de cómo van desapareciendo los
problemas creados por malas prácticas en el pasado. Descubrir que la
agricultura es saber lo que tienes que hacer, y no comprar lo que te
venden. Disfrutar de que tus productos van a ser disfrutados y
valorados, y no ninguneados en alguna triste estantería, de un no menos
triste establecimiento.
No
comienza dando frutos, demanda cuidado. Son muchos años de impedir que
las leyes de la naturaleza puedan simplemente actuar. Los tres primeros
años son críticos. No se llega nunca a un pleno rendimiento. Pero la
naturaleza es sabia y, tan pronto reconoce que ya puede actuar, se
acomoda en tu terreno y empieza a colaborar, se expresa, y colabora
contigo tanto como tú se lo permitas. No es época para tener grandes
expectativas, sino cuidado y paciencia ante los pocos ingresos. Necesita
ella más que tú todavía. Es más tarde cuando, en algún momento, toma
fuerza y, nadie sabe como (excepto quien ha sabido crear la situación),
empieza todo a resolverse casi sólo, con tu vigilante presencia, con la
constante aportación de todos los elementos necesarios: materia orgánica
de calidad, trabajo del suelo adecuado, entorno de equilibrio y
diversidad, sintonía de cultivos con la tierra donde te encuentras,
prácticas de justicia y solidaridad con tu tierra y tus semejantes. Son
un conjunto de tareas de planificación que incluso toman vida propia y
carácter, que también hay que aprender a respetar y potenciar.
Hay
que confiar en las personas y las organizaciones, más que en
intermediarios sin escrúpulos, que desconocen tu trabajo y tu relación
con la tierra, que desdeñan los frutos de ésta, y los reducen a simples
objetos de consumo. Y, a veces, hay que crearlas. Y disfrutar de su
creación como de tus resultados en la tierra. Porque la tierra toda,
también tu tierra, participa y se regocija en las organizaciones
sociales y comerciales que la dignifican.
Así
que no podemos invertir sólo calculando en ingresos y gastos. Tenemos
que orientar la inversión a abrir la posibilidad de que la naturaleza
entre en juego. Y esto, sólo de cabeza no funciona. Hay que aprender a
respetar antes que a exigir. Lo demás, viene todo rodado.
No
temas, tendrás producción y será sana. No será exuberante, pero
asombrosamente constante. Superará los inconvenientes climáticos; plagas
y enfermedades serán problemas ocasionales de los que te podrás
desprender con facilidad. Y sobre todo tú, tú te sentiras más viv@.
Plataforma
Soberanía Alimentaria
Alacant
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